Cada vez más hemos ido tomando consciencia de la presencia de las personas tóxicas y de su radical impacto en nuestra vida. Pese a ello, hay muchas personas que siguen sin “darse cuenta” de que convive, o trabaja, con una persona tóxica.
¿Qué consecuencias negativas genera tener una persona tóxica a nuestro alrededor?
Si tú tienes un trato directo y continuado con una persona tóxica a larga o a la corta, dependiendo de tu capacidad de resiliencia emocional, terminarás mal emocionalmente, muy mal. Ese trato puede ser debido a una relación tóxica de pareja, o en un compañero de trabajo tóxico o cualquier otro contexto en que tengas un trato continuado con una persona así.
¿Y por qué no siempre he visto las consecuencias de esa determinada persona tóxica?
Porque las personas tóxicas se camuflan, y por tanto muchas veces no los vemos. También porque a veces les seguimos el juego por temor o por atracción.
Además, una persona tóxica posee una gran habilidad para desplegar un menú de estrategias muy variadas: pueden pasan de presentarse como “depredadores” a presentarse como “presas”, o de verdugos a víctimas.
Eso queda bien plasmado en uno de los libros de Lucía Etxebarria “Tu corazón no está bien de la cabeza: Cómo salí de una relación tóxica”:
Pueden hacer un despliegue de seducción intensa y continuar minándote, mediante una crítica corrosiva, constante, como gota china y sin piedad.
Al final y como consecuencia, una persona tóxica te destruirá emocionalmente. Y a nivel de trabajo o cualquier otro grupo, una persona tóxica contaminará el ambiente.
¿Cómo reconocer a una persona tóxica?
En realidad todos podemos ser una persona tóxica.
Pero no lo vamos a reconocer nunca.
Nuestro ego no nos lo va a permitir.
Sin embargo, si puedes verlo en otros, sufrirlo si lo tienes cerca, y sacar conclusiones de lo que es una persona tóxica.
En tu trabajo, en la familia, con amigos, están en cualquier sitio y tienen unos rasgos en común:
- Personas que sólo aportan negatividad y pesimismo.
- Tienen escasa o nula empatía.
- Suelen ser egoístas, manipuladores y conflictivas.
- Como norma les importa muy poco cómo afectan a los demás sus palabras y sus acciones.
- Son muy hábiles en cambiar de rol de verdugos a víctimas, según les convenga. Hacen creer que el mundo está en contra de ellas.
- Lo más peligroso de las personas tóxicas es que son emocionalmente destructivos.
- Algunos te hacen creer que les importas, pero en realidad solo piensa en sí mismos y sus necesidades; no tienen en cuenta los sentimientos de los demás.
- Son, en general, muy envidiosos.
- Otros no aportan nada, a pesar del ruido que hacen, te roban la energía, las ideas y el tiempo.
- Son personas que critican y juzgan continuamente.
- Se quejan con una gran facilidad.
- Son inteligentes, pueden aparecer como sensibles ( y pueden serlo intensamente) con lo cual te manipulan sutilmente.
- Como ves la lista es muy larga y sobre todo muestra lo dañinas que son estas personas. Estas personas contaminan los ambientes laborales, las amistades y las parejas.
Como ves la lista es muy larga y sobre todo muestra lo dañinas que son estas personas. Estas personas contaminan los ambientes laborales, las amistades y las parejas.
Los rasgos descritos pueden estar más marcados en unas personas que otras.
En el libro de Bernardo Stamateas, “Gente tóxica”, hace una clasificación de algunos de los tipos de personas tóxicas, como pueden ser : los envidiosos, los manipuladores, los neuróticos perfeccionistas, los mediocres, los agresores verbales, el chismoso, el falso, el quejica, el jefe autoritario y el psicópata. Hay una buena fauna. Y según qué libros leas, tendrás una clasificación u otra. Sin duda, hay para todos los gustos, o mejor, todos los disgustos.
¿Cuál es el comportamiento de una persona tóxica?
Dentro de los comportamientos más evidentes tenemos de mayor a menor:
- los que “gritan por que sí”,
- los que “te critican delante de las personas sin ninguna educación”,
- aquellos que “traen a colación temas que no tienen nada que ver con tal de crear mayor confusión”,
- los que no confían, “por más que les des y les des cosas, cariños y atención”.
Stamateas nos recuerda en su libro que “el descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir nada ante los demás, para que de esta forma él pueda brillar y ser el centro del universo».
Luego están los más sutiles, los llamados “desechadores”: aquellas personas que se aprovechan los demás, te hacen creer que son amigos, pero cuando están bien y ya no tienes interés para ellos, te sacan de su vida (es lo mejor que pueden hacer por ti, en realidad) y, obviamente, hablaran mal de ti “porque fíjate lo que hace..”, “se cree que lo sabe todo” o “se cree muy listo”.
Las personas tóxicas en general tienen mucha energía y te chupan la tuya. Son tremendamente invasivos y deben ser centro de atención. No escuchan, cuando lo hacen están listos a responder y/o defenderse y/o atacar. Aunque también están “las mosquitas muertas”, que parecen, no son jefes, pero contaminan los ambientes con cuchicheos, críticas veladas, quejas continuas y negatividad.
¿Qué hacer para protegerse de estas personas?
«Comparte solo con personas que te pueden ayudar con información y apoyo. Cuando encuentres a gente negativa, cierra la boca». Israelmore Ayiv
Aunque parezca evidente, no es tan fácil “tomar conciencia” de que estás ante una persona tóxica. A lo mejor, has pasado años con esa persona, y bueno simplemente la has considerado como “insoportable”, “loca” o sencillamente “está mal de la cabeza”. Sin embargo, tienes ciertos síntomas que no acabas de entender. Te lo piensas varias veces para ir a tu trabajo por miedo a encontrárselo o confrontarlo, tienes dolores de cabeza continuamente, u otros síntomas físicos que has pensando sólo tenían que ver contigo.
Así que lo primero es, que te pares a pensar si estas delante de una persona tóxica. Debes valorar tu situación actual. Tomar conciencia de lo que está ocurriendo. Las investigaciones demuestran que, cuando has estado expuesto durante mucho tiempo con personas toxicas, tu cerebro sufre los mismos daños como cuando estás expuesto a un intenso estrés. Y por mucho que lo hayas leído u oído, debes pensar y tomar conciencia que estás ante una situación tóxica.
En segundo lugar, fortalecer tu inteligencia emocional: reconocer tus emociones y sentimientos, saber decir lo que te afecta, gestionar tus emociones para contrarrestar la presión psicológica, saber poner límites, decir no con cierta rotundidad, negarse a continuar la relación si “continúas hablándome con ese tono”, son algunas de las habilidades que debes recuperar y cultivar. Es probable que al estar tanto tiempo con esas personas, tu autoestima se haya visto afectada. Y si además, te encuentras ya deprimido, debes buscar ayuda profesional de inmediato.
En tercer lugar, reprogramar tu mente. Ejecutar tu plan de acción para desarrollar unos hábitos que contrarresten la gente tóxica. Estamos rodeados y tal vez tú misma, tú mismo seas uno de ellos. En los próximos 13 días harás una cosa cada día para contrarrestar a un tóxico. Si haces 13 días seguidos “una cosa”, cada día, la probabilidad de que continúes así, es mayor. Llegaras a los 21 días luego 33, 66. Hasta que lo conviertes en un hábito. Empiezas a reprogramar tu mente y por lo tanto tu comportamiento. Veamos cuáles son esos hábitos esenciales para poder desenvolverte cada vez mejor:
Tu primer hábito contra la gente tóxica: Mantente lo más lejos posible.
No discutas, no te enganches en una discusión inútil con una persona que apenas conoces, no le sigas la corriente a la gente que “se queja continuamente”, y ni mucho menos a quienes “critican a otros” aunque no parezca nada, “no alimentes los rumores de nadie”, este el mecanismo común a la gente tóxica, el uso del rumor para provocar situaciones de duda, ambientes de desconfianza, etc. Generalmente detrás de un rumor hay una persona tóxica. Son muy inteligentes y hábiles en difundirlo sin que nadie lo perciba. Los rumores no son para nada inocentes, y es el fruto de un “estado mental y emocional perturbado” , distorsionador y altamente manipulador. Puedes leer mi libro sobre los rumores: “Los rumores. ¿porqué son tan perjudiciales” de Fabio Gallego.
Hábito número 2: No permitas que te griten o te critiquen.
Emplea frases como “No me hables en ese tono”, o “No es respetuoso criticar” (si se trata de un jefe u otra persona); en algunos casos tendrás que decir “no permito que me hables de esta manera”, “me niego a continuar esta conversación si te pones a criticar a fulano”. Esta es la parte que les cuesta más a las personas que deciden poner fin al “asedio” de una persona tóxica.
Por tanto, con una persona tóxica más que razonar o intentar preguntar “¿pero a ver por qué me tratas así? has de aprender a tomar la iniciativa sistemáticamente: dejar las cosas claras, con tacto pero firme; que quede muy claro tu autoridad en aquellas decisiones que tienen que ver con tus derechos personales.
Has de hacerlo de manera consciente y firme y recordar que no es fácil empezar a hacerlo de manera natural.
Habito número 3: tienes que marcharte.
Y pregúntate ¿por qué estoy con una persona así?
Es habitual que te encuentres a personas que se quejan que atraen personas tóxicas. Y que de hecho, han vivido con una durante años. Una persona tóxica intensa es muy difícil que cambie. Tienes que dejarlos. Marcharte tú. A menos que consideres que ya estás muerto. Y si atraes gente tóxica a tu vida a menudo, pregúntate “¿por qué he estado tanto tiempo con esta persona que ha arruinado mi vida?”, tal vez tuvieras un padre o una madre abusiva, dominador o dominadora y estas situaciones “me resultan familiares”.
Conclusiones.
Puedes poner fin a una relación tóxica si tomas conciencia. “Debes pensar” en ello. Prepararte para llevar a cabo tu plan de ejecución antes de que acabe emocionalmente contigo. Si tienes dudas, haz durante unos días una observación detallada de la persona (si es un familiar cercano o amigo estrecho). También puedes aplicar lo que se llama “la compasión práctica” que consiste en “ponerse en su lugar y pensar que tal vez está pasando por un momento difícil”. Hay personas que cuando se estresan mucho, se mantienen irritables, pierden los papeles, etc. pero eso no significa que debas “aceptar” su comportamiento. Practica estos consejos y podrás lidiar mejor con las personas tóxicas.
Te invitamos a que compartas con nosotros, si tienes una persona tóxica en tu vida actualmente. ¿Qué es lo que haces y qué te está causando?